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Así afecta la hipertensión y el colesterol a tu vista


En el cuerpo humano, todo está relacionado. A pesar de que a priori estos problemas son factores de riesgo cardiovascular, no hacer caso de índices alarmantes de hipertensión arterial o colesterol alto también puede repercutir en la visión.

Estas consecuencias pueden ir desde un leve deterioro en la percepción de los colores o afecciones estéticas, hasta lesiones oculares y una pérdida de visión parcial o total e irreversible. A continuación exploramos por qué sucede esto y qué medidas puedes tomar para prevenirlo.


Cuando el nivel de colesterol en sangre es alto, se acumula en las paredes de los vasos sanguíneos del cuerpo, y también lo hace en los ojos, obstruyendo el flujo sanguíneo en la zona ocular y cerca de los ojos. Esto reduce la oxigenación de los tejidos oculares y también puede tener efectos negativos en la zona del cerebro donde se desarrolla la función visual.

Por su parte, la hipertensión no se queda atrás, y también altera los vasos sanguíneos. Obligados a soportar una presión arterial elevada de forma sostenida, los vasos se vuelven más gruesos, lo que dificulta el paso de la sangre.

También pueden contraerse y estrecharse, bloqueando o ralentizando el flujo de sangre y disminuyendo el riego sanguíneo. Al estrecharse, aumenta la permeabilidad de las arterias, provocando la salida de líquido procedente de estos vasos, que se acumula en la retina y la inflama. Esto se conoce como edema de retina o edema macular.


Las personas que padecen hipertensión tienen 3 veces más posibilidades de sufrir una lesión ocular, y aquellos con el colesterol elevado, 2 veces más.


Ambas tienen una progresión silenciosa que empieza a actuar sin avisar, dañando los tejidos paulatinamente antes de que los efectos nocivos sobre los órganos sean clínicamente evidentes. La retina es el único lugar del cuerpo donde podemos examinar de manera directa los vasos sanguíneos del fondo del ojo mediante una técnica sencilla y no invasiva denominada oftalmoscopia.



Cuando la hipertensión y el colesterol afectan la visión: todo lo que necesitas saber


Son muchos y muy variados los daños, lesiones y enfermedades oculares derivadas de la hipertensión y el colesterol alto. Los efectos más leves de estas enfermedades en los ojos pasan por:

  • Pérdida de la capacidad de distinguir los colores.

  • Aparición de xantelasma, unos depósitos de colesterol que aparecen como manchas amarillas en la piel de los párpados, ojeras y en el arco alrededor de la córnea. Esto es un problema meramente estético y no afecta a la visión.

Si nos vamos a los daños más severos, la parte del ojo que más se ve afectada por el colesterol y la hipertensión, que pueden aparecer por separado o darse a la vez, es la retina. La oclusión de la arteria central de la retina por el colesterol alto provoca un infarto retiniano masivo que tiene como consecuencia una pérdida prácticamente total de la visión.

Asimismo, cuanto más alta sea la presión y mayor sea el tiempo que ha permanecido con niveles elevados, mayor será el grado de afección de los vasos sanguíneos de la retina. Pueden aparecer diferentes daños oculares conocidos como retinopatía hipertensiva, que pueden originarse debido a varias causas:

  • Neuropatía óptica isquémica: daños en los nervios de los ojos debido a una mala circulación.

  • Oclusión de la arteria retiniana: bloqueo de las arterias que van a la retina.

  • Oclusión de la vena retiniana: bloqueo de las venas que transportan la sangre que sale de la retina.


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